Muero, como llanto muerto del coyote hambriento
que retumba en sus oídos el siseo de nuestro encuentro
que no busca, no anhela, solo espera el momento
en que caiga en sus garras su alimento
y vacila ante un solo fundamento...
... nunca se dentendra su tormento.
Muero, como llanto muerto del coyote hambriento
y a mi guardia guardare mi campamento
y ante el sol, en soledad, mi juramento
marcará con mi canción mi testamento.
Muero, como llanto muerto del coyote hambriento
KRACHT VAN WIJSHEID
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El Coyote nunca muere, solo se transforma según su Tonalli!, para nacer ahí que morir, así el Coyote al morir nace, nace en un Chaman; sabio, debido a la larga soledad que le dio la capacidad para conocerse así mismo.
ResponderEliminarqué belleza Mojik...sabias palabras ciertamente....la gata roja
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