lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Quien dijo que seria fácil caer a los pies de un falso dios?
Dicen que un ente mortal necesita algo en que creer,
alguien a quien seguir, ese poder supremo que mueva los hilos que nos atan como marionetas.
las manos que guíen el camino que han de seguir nuestros pies,
y la luz que lo ilumine.
inmóvil, sigo buscando, sólo, con la mirada bañada en lágrimas
la fuerza que brote de mi interior, el poder que desconozco,
la felicidad que compadezco de la persona a quien admiro.
¿Podré algún día llegar a cumplir eso que me pides?
¿Podré algún día ser ese que no debe equivocarse?
Perfección, es un término fácil de decir, fácil de utilizar, difícil de alcanzar,
Y tus metas se ven ennegrecidas otra vez por el poder de tu enemigo.
Quisiera simplemente salir de mi prisión, dejar de una vez por todas este cuerpo que sigue atándome a todo lo que simboliza el mundo que odio, ese mundo que me vio nacer como el hombre imperfecto que nunca llegaré a ser.
¿De qué sirve el corazón si no le das un motivo para latir?
¿De qué sirve el viento si no cabe en tu cuerpo porque no hay un espacio vacío dentro de tu odio?
Y aún así terminaré lo que me fue ordenado.

KRACHT VAN WIJSHEID

sábado, 17 de diciembre de 2011

el cielo cae a tus pies

hay veces que la lluvia se siente
solo como polvo cayendo sobre tu cabeza,
el calor busca entre tus poros
la manera de entrar y derretir la capa de hielo
que rodea a tu corazón.
quieres gritar y sentir que, por tu garganta,
se libera todo lo que un dia fuiste y nunca serás.
hay veces que las lagrimas parecen diamantes
que ruedan, uno a uno, por lo mas proundo de tu rostro
casi llegando a tu garganta,
deteniendo tu aliento,
y haciendo que todo dentro de ti colapse;
haciendo implotar tu interior poco a poco
consumiendo las cenizas que se asientan en la base de tu calor
donde solo una porción de ti se puede contar
y una vez mas la lluvia acida derrite tu piel
de tu cabeza a tus pies.
pierdes la noción de la vida,
no reconoces el tiempo que te rodea
aunque abrace una a una tus extremidades,
aunque camine a tu alrededor
dejando escapar tu vida en solo un segundo.
Y cada uno de los segundos que sientes
eso que pesa a pesar de todo,
es un segundo que cae y explota
haciendo resonar el cielo donde apoyas tus creencias.

KRACHT VAN WIJSHEID